Pues sigo, igual que otros miembros, con la práctica de subir una toma diaria mientras dure éste confinamiento. Aunque la participación sigue siendo baja y veo que casi siempre somos los mismos los que mantenemos una actividad constante y participativa en el grupo.
Cada uno tendrá sus razones, pero quiero hacer un llamamiento particular, desde el texto de ésta fotografía, para que si podéis participéis un poco más. Este grupo puede ser un rincón donde oxigenarnos un poquito cada día y animarnos unos a otros comentando mutuamente las imágenes. Lo dicho es una sugerencia particular y con ella no quiero incomodar a nadie.
Hoy subo una toma de un rebeco dentro de un hayedo en otoño. En este medio, pese a la dificultad de sorprenderlos, también nos podemos encontrar a los rebecos, sobre todo en otoño/invierno, el de la imagen es un gran macho solitario.
Es una especie típica del piso subalpino, que en la mayor parte de nuestras montañas fue deforestado por el hombre para ganar superficie de pastos.
El rebeco ( Rupicapra pirenaica parva), es más pastador que ramoneador.
Es una fotografía que quiero utilizar para hacer una alegoría, basándome en las características de la toma y extrapolándolas a la situación que estamos viviendo
En la fotografía aparece un rebeco macho adulto, pero hay por medio numerosas ramas, que pueden molestar en la visión limpia del sujeto. Como en ésta situación que vivimos todos , hay numerosas fuentes, actitudes y situaciones, que nos pueden hacer perder o distraer la visión del objetivo fundamental en ésta crisis. Otro elemento remarcable de la composición de la toma es el ambiente otoñal, que es un comienzo de un ciclo de renovación en la naturaleza, pero que muestra la muerte de elementos naturales. Podemos también asemejarlo al panorama actual en el que aún no hemos llegado al “invierno” de la crisis.
En cuanto al sujeto y motivo principal en la fotografía, un rebeco adulto en plenitud de facultades. Se halla dentro del bosque, una situación en la que son poco vistos y fotografiados, comparativamente con las imágenes al uso donde aparecen en el medio subalpino.
Pero no, es un comportamiento habitual en estos bóvidos la utilización de las masas forestales, sobre todo estacionalmente. Como nosotros, que estamos actualmente también al cobijo de nuestros hogares.
Con esta atropellada prosa, quiero instar a una reflexión en los que tengan a bien leer este texto: Vamos a mantener el vigor y no nos dejemos debilitar por el bombardeo continuo de noticias , es una situación grave, pero no entremos en pánico. Intentemos obtener información lo más cercana a las fuentes reales y contrastemos toda la que nos llega.
El miedo es el peor de los enemigos para nuestra especie. Mantengamos nuestra libertad de pensamiento, otras quizá sea difícil ejercerlas en un futuro próximo. Y no nos dejemos afectar hasta el extremo de que nos miremos unos a otros con miedo y desconfianza, es el virus el enemigo y no nuestros semejantes. Que prevalezca la solidaridad, entre nosotros y con el resto de especies de este maltrecho planeta.
Disculpadme por mi torpe texto, pero me sale de dentro transmitir o sugerir ánimo desde este grupo.
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