(...)
Aunque en sus inicios Paz produjo collages y piezas de madera, y aunque últimamente ha realizado obras con rejas metálicas pintadas, lo que mejor define su talante artístico es su trabajo con la piedra. Siempre trabaja con material autóctono, sobre todo cuarcitas y granito de distintas cualidades que se adapta como un guante a los intereses creativos de Paz.
(...) El artista explica que la dimensión de la obra es uno de los aspectos que debe tener muy en cuenta el escultor ya que "si el tamaño es excesivo la pieza deja de ser escultura y se convierte en arquitectura". "Hago esculturas porque quiero hablarle directamente al corazón del espectador", dice.(...) A pesar del gran peso de la pieza, Paz ha conseguido dotar al granito de una sensación de ingravidez (...).
José Luis Estévez, El País, 5/12/2007.
MÚSICA: Federico Albanese - Migrants
youtu.be/sx8vvuClHYY
© All Rights Reserved
Fotografía tomada cunha Sony Digital Mavica MVC-FD7 en agosto de 1998.
"Bucea en un mar lítico. Mar de piedra es la cantera y un mar es lo primero que ve Manolo cada día y luego se va a la piedra."
Entrevista de Mónica Torres a Xacobo Sanmartín e Manu Paz, La Voz de Galicia, 19/03/2010.
MÚSICA: Nils Frahm - Re
youtu.be/ScUP6MKmXpg
© All Rights Reserved
Fotografía tomada cunha Sony Digital Mavica MVC-FD7 en agosto de 1998.
Su obra tiene más éxito fuera de Galicia que aquí. ¿A qué se debe?
R. Sí, la verdad es que veo que la gente de fuera entiende mejor mi obra que los propios gallegos. Tal vez es porque aquí no apreciamos el material, la gente ve el granito como una piedra más y no le da importancia. Mis piezas las han entendido y apreciado en una sociedad tradicional como la japonesa y también en una industrial como la estadounidense. Lo que pienso es que para ser gallego no hay que esculpir un gaiteiro. ¿No es así? El arte tiene que tener vocación internacional porque no necesita un idioma concreto para ser transmitido.
Entrevista de José Luis Estévez a Manolo Paz, El País, 8/11/2011
MÚSICA: Nils Frahm - Corn
youtu.be/zf_Rrqj3FcM
© All Rights Reserved
As tres vieiras que se fincaron á beira do mar, diante da casa do Concello de Cambados, ocupan o que noutro tempo foi o parque infantil onde os nenos do meu tempo enredabamos no noso deambular despreocupado. Nese lugar había unha randeeira que adoitaba ser o lugar idóneo onde demostrar a valentía dos rapaces. Eu xa vin partir dentes e rabuñadas a moreas nos saltos que se daban desde elas, entre eles o meu veciño daquela, Roberto, que bateu o récord de distancia aterrando coa cara (vaia estropicio).
En canto a Manolo Paz, hoxe en día recoñecido coma un dos mellores escultores galegos contemporáneos, académico na coruñesa Academia de Belas Artes, e autor de iconas imprescindibles do tipo dos menhires da Coruña, é un cambadés de Castrelo, nacido no 1957, e o seu xeito de traballar sempre estivo ligado directamente co material que acomete, procurando poñer de manifesto as súas características naturais coa súa intervención. A súa formación como canteiro foi un paso necesario para chegar aos segredos do material que había de ser o fundamental da súa carreira, a pedra. Naqueles primeiros tempos, cando eu aínda era un neno, adoitaba coincidir con el no taller de Lino Silva, veciño meu, co que pasaba moitas tardes admirado co seu traballo no lenzo ou apañando bichos e obxectos extravagantes nos montes para a súa colección. Lembro que un día me puxeron unha tarefa, supoño que para me teren ocupado, e debía facer un debuxo o mellor posible dunha maternidade que Manolo estaba a modelar en barro. Seguramente foi o meu primeiro debuxo en gran formato e probablemente xa me vía eu coma outro artista máis entre dúas persoas que sempre admirei polo seu traballo. Desde aquí quero lembrar, xonto con Manolo Paz, a Lino Silva, agora nun momento complicado, internado nun hospital tras un accidente que o mantén lonxe da vida bohemia, da moto que malamente o levaba aos furanchos, e dos seus queridos lenzos e pinceis. Ánimo, Lino.
MÚSICA: Anxo Lorenzo - Tirán
youtu.be/Lc_tplLMj5E
© All Rights Reserved
Manolo Paz
Henry Moore distinguía entre belleza y poder de la expresión, entre la escultura que nace con el fin de cautivar los sentidos y la que contiene una longevidad espiritual, una energía interior que sí permanece inherente a las obras de Manolo Paz (Cambados, Pontevedra, 1957), sin importar la representación buscada por el propio objeto. Son las de Paz unas obras de clara conciencia antropológica, que fusionan su condición galaica con las formas hoy tradicionales de la escultura contemporánea. Los materiales gestados por la tierra, como el ancestral granito que lo relacionan con la cultura castreña y el megalitismo, retornan como pródigos descendientes educados por las manos artísticas a su lugar original, lo que le lleva en muchos casos a eliminar el pedestal para recuperar el contacto con el suelo, volviendo a la posición natural de la roca.
Su mundo es un poético juego de oposiciones y contrastes, la nada y después el todo, la luz y tras ella la sombra, el primitivismo y vistiéndolo la factura, el finito que matiza el infinito, un ecléctico universo de estudios materiales que lo acercan a figuras como Röckrein, Werthmann, Falkensteln o Noguchi, conceptualizando paulatinamente su trabajo en el terreno de lo compositivo.
(...)
Manolo Paz invade el espacio rítmicamente o mejor, armónicamente, creando así un paisaje de luz y sombra, centrípeto, lleno y, a la vez, vacío.
David Barro, El Cultural de El Mundo (28/11/1999).
MÚSICA: Janis Joplin - Kozmic Blues.
youtu.be/nLN72sR9w0M
© All Rights Reserved