Un gato montés (Felis silvestris), aislado en medio de un pastizal alpino aún con restos de nieve. Espera junto a unas bocas de galerías de rata topera (Arvicola scherman), que aparezca su sustento.
Cómo nosotros estamos esperando aislados a que se levante éste encierro, que espero que no se prolongue más de lo necesario para la salud de todas y todos. También espero y deseo que luego no queden mermadas nuestras libertades esenciales. Ya que la manipulación de la información, aún más opaca de la vivimos en la actualidad, pueda ser utilizada como un arma de ingeniería social.
La fotografía en el caso de hoy es solo un soporte para trasladar unas frases de un alma libre.
En estos tiempos convulsos que vivimos, con una amenaza que aún no sabemos con certeza de donde proviene. Y en los que nuestras libertades esenciales van a ser limitadas, como mínimo en un tiempo próximo, creo oportuno traer como texto en una de mis sencillas fotos, los pensamientos de un hombre extraordinario. Lo fue para el tiempo que vivió, pero sus reflexiones plasmadas en diferentes libros en su tiempo, son atemporales y yo he recurrido a ellas muchas veces, en busca de un refugio mental, de un alma que considero muy afín a la mía.
Henry David Thoreau (Concord, Massachusetts, 1817-1862) Considerado el padre de la ecología, la ética ambientalista y la desobediencia civil. Fue agrimensor, naturalista, conferenciante y fabricante de lápices, además de ensayista y uno de los padres fundadores de la literatura norteamericana.
Thoreau estaba completamente convencido de la bondad de la naturaleza, como para proclamar "un pensamiento salvaje".
“Amo lo salvaje tanto como el bien”. “En una sola frase: todo lo bueno es libre y salvaje”. (Walden, 1854. Caminar, 1861).
“Creo que si no pasara al menos cuatro horas al día -aunque por lo general son más- deambulando por los bosques, las colinas y los campos, absolutamente libre de toda atadura mundana, no podría conservar ni la salud ni el ánimo”. (Caminar, 1861)
“El silencio es la conversación de un alma consciente consigo misma”. (Diarios, 1838).
“El monstruo nunca se encuentra allí donde creemos que está. Lo realmente monstruoso es nuestra cobardía y nuestra indolencia”. (Cartas a un buscador de sí mismo, 1854)
“¡Sea valiente! Es lo más importante”. (Cartas a un buscador de sí mismo, 1854).
“No estoy solo si estoy conmigo mismo”. (Musketaquid, 1849)
“Nada es tan bello como las copas de los árboles”. (Diarios, 1851)
“Debo caminar más con los sentidos libres”. (Diarios, 1852)
“Un hombre es rico en relación con el número de cosas de las que puede prescindir”. (Walden, 1854).
“Los hombres y los jóvenes aprenden todo tipo de oficios, pero no cómo convertirse en hombres. Aprenden a levantar casas, pero no están bien alojados, no son felices en sus casas, como lo es una marmota en su hoyo. ¿De qué sirve una casa si no dispones de un planeta decente donde levantarla, si no soportas el planeta en el que está?”. (Cartas a un buscador de sí mismo, 1860)
“¿Cuáles son los elementos naturales que hacen que una comarca sea hermosa? Un río, con sus cascadas y sus praderas, un lago, una colina, una peña o rocas sueltas, un bosque y viejos árboles en pie. Esas cosas son bellas; tienen un uso elevado que los dólares y centavos no representan jamás. Si los habitantes de una ciudad fueran sabios, tratarían de conservar esas cosas, aunque fuera a un coste considerable; porque tales cosas enseñan mucho más que cualquier predicador o profesor que se contrate o que cualquier sistema educativo reconocido en la actualidad”. (Diarios, 1861).
Thoreau era un asiduo amigo de las largas caminatas y las cabañas del bosque. En su ejemplar vida, defendió a los esclavos, a los indios que fueron expulsados de sus tierras, en definitiva a los perseguidos.
De seguir con vida hoy, en ésta sociedad "moderna", estaría del lado de los desahuciados, de los emigrantes, de los más débiles, de los sumisos y los que son explotados, también como no, de los verdaderos ecologistas.
En este mundo actual regido por los denominados: neoliberales, quizás no vería materializado, un avance sustancial. En cuanto a las corrientes que mueven a ésta sociedad. Un siglo y medio después, comprobaría que sus ideas resultan tan actuales, como cuando él las desarrolló.
Espero que os sean tan útiles como lo han sido, son y serán para mí. Y para quién no lo haya leído, lo animo a buscar sus escritos por la red o en medios físicos.
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