La semana pasada subí un fotografía de un ejemplar melánico de ésta misma especie.
Hoy recupero esta imagen de mi archivo de un ejemplar adulto de Vipera seoanei con un diseño más habitual, el patrón bilineata, en el que dos líneas dorsolaterales claras destacan sobre un fondo oscuro.
A esta especie de víbora puede vérsela sobre todo en la hojarasca con matorrales y troncos y no tanto en las rocas ni bajo ellas, como otras víboras.
Es una especie principalmente diurna, siendo más crepuscular y nocturna en verano, mostrándose bimodal en esta estación, en la que su actividad se centra en la mañana y la tarde, descansando en las horas de mayor insolación- Esta víbora tiene una coloración y diseño muy variables, con cuatro o cinco patrones distintos. El patrón clásico es una coloración de fondo beige o gris claro, sobre la que destaca una franja vertebral más oscura, generalmente ancha y en forma de zigzag o arrosariada.
El tamaño medio de los adultos es de unos 50 cm, las hembras pueden ser algo mayores que los machos.Los ejemplares adultos se alimentan de pequeños mamíferos, principalmente roedores, por lo que realiza una beneficiosa labor en el medio.
La dieta de los juveniles consta sobre todo de lagartijas y pequeños anfibios. Aunque puede ser localmente abundante, al ser discreta y muy críptica, con un diseño y coloración que se confunde perfectamente entre matorrales, no resulta fácil de observar. Siendo además esta especie menos agresiva que las otras dos víboras ibéricas, optando ésta inicialmente por huir, pero si se ve acorralada o es manipulada, primero emite un silbido y después no duda en morder enérgicamente inoculando su veneno. El cual puede llegar a ser mortal en determinadas circunstancias, como en ancianos, niños o personas débiles de salud, en todo caso producirá inflamación y fuertes dolores y es indispensable el
tratamiento médico de una mordedura.
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