Si en la anterior imagen veíamos al común (Prunella modularis), ahora presentamos a su pariente más cercano, el acentor alpino (Prunella collaris), un poco menos modesto que aquel. Efectivamente, solo ver ambas fotos ya observamos que todo lo que tenía el otro de discreto y modesto lo tiene este otro de hermoso, aunque sin estridencias ni exóticos colores tampoco. El alpino es un acentor de mayor tamaño, más robusto, y con un plumaje claramente más vistoso que el del común.
En nuestro territorio presenta una distribución bastante más restringida que su pariente, aunque a grandes rasgos coinciden. Como reproductor lo podemos encontrar en cotas altitudinales elevadas de los Picos de Europa, Pirineos y sierra de Gredos principalmente, haciendo honor a su apellido de "alpino". No obstante puede criar también en otros macizos montañosos de nuestras geografía. Durante el invierno es posible verlo en sierras de menor altitud por todo el país ya que, al igual que sucediera con el acentor común, del alpino también llegan numerosos refuerzos de aves europeas.
La foto de esta sesión está obtenida a pecho descubierto en una de esas áreas de invernada. Sabíamos que en la sierra de Francia (provincia de Salamanca) se estaban viendo esos días, por lo que un compañero y yo nos acercamos a la conocida cumbre de la Peña de Francia, conformada por un gran sinclinal colgado. Allí mismo, a poca distancia del monasterio que hay en la cima y del repetidor de televisión, pudimos fotografiar con no mucha fortuna a varios acentores alpinos que se movían por la cuarcita del ordovícico de la cumbre. Esta fotografía siempre ha sido la que más me ha gustado de las que hice esa tarde. Trabajar a pecho descubierto comporta ciertas dificultades añadidas, como la distancia que mantienen muchos animales y que a veces es insalvable. Esta es de uno de esos momentos en los que permitió un cierto acercamiento. Espero que os guste.
Un saludo.
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