Este año en las fechas en las que he visitado Gallocanta los bandos de grullas (
Grus grus) han sido bastante modestos en cuanto a número de ejemplares, lo que ha facilitado en cierta medida el aislamiento de diferentes individuos a la hora de fotografiarlos, consiguiendo horizontes amplios sin otros congéneres. Esto a veces queda bien, creo yo, aunque es cierto que las fotografías de grupos si están bien compuestas tienen un gran dinamismo y naturalidad. En este caso pienso que la niebla acompaña bien a la especie, ya que inconscientemente la relacionamos con el invierno, cuando nos visita, y con el frío del norte de Europa, donde se reproduce. Esta sensación invernal y hasta inhóspita es fácil de obtener en esta laguna endorreica tan bien conservada, a diferencia de las imágenes obtenidas en las dehesas del centro y sur peninsular, donde resultaría bastante más difícil. A mí las escenas invernales me agradan y me evocan sensaciones agradables. Por supuesto mucho mejores que las obtenidas a pleno sol.
Gallocanta engancha, y aunque la distancia a mi lugar de residencia hará que no vaya todas las temporadas, seguro que no van a ser pocas las que me deje caer por allí. Recomendable cien por cien. Saludos a todos.
PD: Para los que quieran saber algo más de Gallocanta y sus hides:
cuadernodeunnomada.blogspot.com/2020/02/gallocanta.html