La Iglesia, importante ejemplar del manierismo andaluz cuyo diseño se atribuye a Hernán Ruiz II, posee planta de cruz latina, de una sola nave con crucero de brazos cortos, cabecera plana de poca profundidad y coro alto a los pies. El templo se proyecta como una gran estructura manierista, de planta de salón, en orden dórico. Ocho columnas adosadas por parejas a las cuatro esquinas forman el crucero, que se cubre por una cúpula semiesférica encasetonada y con linterna. Los brazos se cubren con bóveda de cañón y la nave con bóvedas vaídas separadas por fajones y apoyadas sobre los muros. Las pilastras definen tres tramos en la nave, los dos primeros con nicho de arco de medio punto para alojar altares. Sobre el entablamento y en el centro de los arcos murales delimitados por las bóvedas se abren sencillas ventanas en arco. Las bóvedas tienen sus plementos adornados por casetones rehundidos, con misión estructural.
El coro, situado sobre el primer tramo de la nave del templo, avanza desde los pies a la nave, con dos brazos en voladizo.
En el mismo lado del Evangelio y tras el brazo del crucero se halla una capilla levantada a principios del siglo XVIII para el Colegio, que, posteriormente se agregó a la iglesia y fue usada durante cierto tiempo como Capilla del Sagrario. La Sacristía, del siglo XVIII y trazada por Francisco Hurtado Izquierdo, se sitúa tras la cabecera del templo adoptando planta rectangular, modulada en cuatro segmentos cubiertos con bóvedas de aristas. Exteriormente, muestra una interesante fachada barroca.
Al exterior, la obra del siglo XVI aparece desprovista de estuco, con su fábrica de ladrillo y mampostería desnuda, lo que acentúa su sobriedad. En la cubierta, se levanta un gran cuerpo de planta cuadrada que alberga en su interior la cúpula del crucero bordeada por un corredor. Este cuerpo está cubierto con una armadura de madera de cuatro faldones poblada de teja, de la que emerge el anillo que sirve de apoyo a la linterna. La linterna tiene un cuerpo de planta circular con una estructura adosada de ocho pares de pilastras exteriores, curvadas a modo de aletones y con un arquillo inferior de arranque. Sobre las pilastras corre un entablamento acodado con cornisa de idéntica disposición. Las pilastras definen cuatro caras en los paramentos de la linterna, en las que aparecen dos cuerpos superpuestos con enmarque.
La portada principal, a los pies del templo, se recorta sobre el muro desnudo y presenta una traza de estilo manierista de transición al barroco. Consiste en un vano adintelado enmarcado por una moldura de tres tablas y flanqueado por pilastras estriadas jónicas, cuyo capitel se ve continuado por unos trozos de entablamento sobre los que apoya la cornisa pasante y volada sobre el hueco, que sostiene un frontón formado por dos trozos laterales de cornisa enrollada en forma de S y un pequeño frontoncillo curvo.

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La Iglesia, importante ejemplar del manierismo andaluz cuyo diseño se atribuye a Hernán Ruiz II, posee planta de cruz latina, de una sola nave con crucero de brazos cortos, cabecera plana de poca profundidad y coro alto a los pies. El templo se proyecta como una gran estructura manierista, de planta de salón, en orden dórico. Ocho columnas adosadas por parejas a las cuatro esquinas forman el crucero, que se cubre por una cúpula semiesférica encasetonada y con linterna. Los brazos se cubren con bóveda de cañón y la nave con bóvedas vaídas separadas por fajones y apoyadas sobre los muros. Las pilastras definen tres tramos en la nave, los dos primeros con nicho de arco de medio punto para alojar altares. Sobre el entablamento y en el centro de los arcos murales delimitados por las bóvedas se abren sencillas ventanas en arco. Las bóvedas tienen sus plementos adornados por casetones rehundidos, con misión estructural.
El coro, situado sobre el primer tramo de la nave del templo, avanza desde los pies a la nave, con dos brazos en voladizo.
En el mismo lado del Evangelio y tras el brazo del crucero se halla una capilla levantada a principios del siglo XVIII para el Colegio, que, posteriormente se agregó a la iglesia y fue usada durante cierto tiempo como Capilla del Sagrario. La Sacristía, del siglo XVIII y trazada por Francisco Hurtado Izquierdo, se sitúa tras la cabecera del templo adoptando planta rectangular, modulada en cuatro segmentos cubiertos con bóvedas de aristas. Exteriormente, muestra una interesante fachada barroca.
Al exterior, la obra del siglo XVI aparece desprovista de estuco, con su fábrica de ladrillo y mampostería desnuda, lo que acentúa su sobriedad. En la cubierta, se levanta un gran cuerpo de planta cuadrada que alberga en su interior la cúpula del crucero bordeada por un corredor. Este cuerpo está cubierto con una armadura de madera de cuatro faldones poblada de teja, de la que emerge el anillo que sirve de apoyo a la linterna. La linterna tiene un cuerpo de planta circular con una estructura adosada de ocho pares de pilastras exteriores, curvadas a modo de aletones y con un arquillo inferior de arranque. Sobre las pilastras corre un entablamento acodado con cornisa de idéntica disposición. Las pilastras definen cuatro caras en los paramentos de la linterna, en las que aparecen dos cuerpos superpuestos con enmarque.
La portada principal, a los pies del templo, se recorta sobre el muro desnudo y presenta una traza de estilo manierista de transición al barroco. Consiste en un vano adintelado enmarcado por una moldura de tres tablas y flanqueado por pilastras estriadas jónicas, cuyo capitel se ve continuado por unos trozos de entablamento sobre los que apoya la cornisa pasante y volada sobre el hueco, que sostiene un frontón formado por dos trozos laterales de cornisa enrollada en forma de S y un pequeño frontoncillo curvo.

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La Iglesia, importante ejemplar del manierismo andaluz cuyo diseño se atribuye a Hernán Ruiz II, posee planta de cruz latina, de una sola nave con crucero de brazos cortos, cabecera plana de poca profundidad y coro alto a los pies. El templo se proyecta como una gran estructura manierista, de planta de salón, en orden dórico. Ocho columnas adosadas por parejas a las cuatro esquinas forman el crucero, que se cubre por una cúpula semiesférica encasetonada y con linterna. Los brazos se cubren con bóveda de cañón y la nave con bóvedas vaídas separadas por fajones y apoyadas sobre los muros. Las pilastras definen tres tramos en la nave, los dos primeros con nicho de arco de medio punto para alojar altares. Sobre el entablamento y en el centro de los arcos murales delimitados por las bóvedas se abren sencillas ventanas en arco. Las bóvedas tienen sus plementos adornados por casetones rehundidos, con misión estructural.
El coro, situado sobre el primer tramo de la nave del templo, avanza desde los pies a la nave, con dos brazos en voladizo.
En el mismo lado del Evangelio y tras el brazo del crucero se halla una capilla levantada a principios del siglo XVIII para el Colegio, que, posteriormente se agregó a la iglesia y fue usada durante cierto tiempo como Capilla del Sagrario. La Sacristía, del siglo XVIII y trazada por Francisco Hurtado Izquierdo, se sitúa tras la cabecera del templo adoptando planta rectangular, modulada en cuatro segmentos cubiertos con bóvedas de aristas. Exteriormente, muestra una interesante fachada barroca.
Al exterior, la obra del siglo XVI aparece desprovista de estuco, con su fábrica de ladrillo y mampostería desnuda, lo que acentúa su sobriedad. En la cubierta, se levanta un gran cuerpo de planta cuadrada que alberga en su interior la cúpula del crucero bordeada por un corredor. Este cuerpo está cubierto con una armadura de madera de cuatro faldones poblada de teja, de la que emerge el anillo que sirve de apoyo a la linterna. La linterna tiene un cuerpo de planta circular con una estructura adosada de ocho pares de pilastras exteriores, curvadas a modo de aletones y con un arquillo inferior de arranque. Sobre las pilastras corre un entablamento acodado con cornisa de idéntica disposición. Las pilastras definen cuatro caras en los paramentos de la linterna, en las que aparecen dos cuerpos superpuestos con enmarque.
La portada principal, a los pies del templo, se recorta sobre el muro desnudo y presenta una traza de estilo manierista de transición al barroco. Consiste en un vano adintelado enmarcado por una moldura de tres tablas y flanqueado por pilastras estriadas jónicas, cuyo capitel se ve continuado por unos trozos de entablamento sobre los que apoya la cornisa pasante y volada sobre el hueco, que sostiene un frontón formado por dos trozos laterales de cornisa enrollada en forma de S y un pequeño frontoncillo curvo.

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El coro, situado sobre el primer tramo de la nave del templo, avanza desde los pies a la nave, con dos brazos en voladizo.
En el mismo lado del Evangelio y tras el brazo del crucero se halla una capilla levantada a principios del siglo XVIII para el Colegio, que, posteriormente se agregó a la iglesia y fue usada durante cierto tiempo como Capilla del Sagrario. La Sacristía, del siglo XVIII y trazada por Francisco Hurtado Izquierdo, se sitúa tras la cabecera del templo adoptando planta rectangular, modulada en cuatro segmentos cubiertos con bóvedas de aristas. Exteriormente, muestra una interesante fachada barroca.
Al exterior, la obra del siglo XVI aparece desprovista de estuco, con su fábrica de ladrillo y mampostería desnuda, lo que acentúa su sobriedad. En la cubierta, se levanta un gran cuerpo de planta cuadrada que alberga en su interior la cúpula del crucero bordeada por un corredor. Este cuerpo está cubierto con una armadura de madera de cuatro faldones poblada de teja, de la que emerge el anillo que sirve de apoyo a la linterna. La linterna tiene un cuerpo de planta circular con una estructura adosada de ocho pares de pilastras exteriores, curvadas a modo de aletones y con un arquillo inferior de arranque. Sobre las pilastras corre un entablamento acodado con cornisa de idéntica disposición. Las pilastras definen cuatro caras en los paramentos de la linterna, en las que aparecen dos cuerpos superpuestos con enmarque.
La portada principal, a los pies del templo, se recorta sobre el muro desnudo y presenta una traza de estilo manierista de transición al barroco. Consiste en un vano adintelado enmarcado por una moldura de tres tablas y flanqueado por pilastras estriadas jónicas, cuyo capitel se ve continuado por unos trozos de entablamento sobre los que apoya la cornisa pasante y volada sobre el hueco, que sostiene un frontón formado por dos trozos laterales de cornisa enrollada en forma de S y un pequeño frontoncillo curvo.

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El coro, situado sobre el primer tramo de la nave del templo, avanza desde los pies a la nave, con dos brazos en voladizo.
En el mismo lado del Evangelio y tras el brazo del crucero se halla una capilla levantada a principios del siglo XVIII para el Colegio, que, posteriormente se agregó a la iglesia y fue usada durante cierto tiempo como Capilla del Sagrario. La Sacristía, del siglo XVIII y trazada por Francisco Hurtado Izquierdo, se sitúa tras la cabecera del templo adoptando planta rectangular, modulada en cuatro segmentos cubiertos con bóvedas de aristas. Exteriormente, muestra una interesante fachada barroca.
Al exterior, la obra del siglo XVI aparece desprovista de estuco, con su fábrica de ladrillo y mampostería desnuda, lo que acentúa su sobriedad. En la cubierta, se levanta un gran cuerpo de planta cuadrada que alberga en su interior la cúpula del crucero bordeada por un corredor. Este cuerpo está cubierto con una armadura de madera de cuatro faldones poblada de teja, de la que emerge el anillo que sirve de apoyo a la linterna. La linterna tiene un cuerpo de planta circular con una estructura adosada de ocho pares de pilastras exteriores, curvadas a modo de aletones y con un arquillo inferior de arranque. Sobre las pilastras corre un entablamento acodado con cornisa de idéntica disposición. Las pilastras definen cuatro caras en los paramentos de la linterna, en las que aparecen dos cuerpos superpuestos con enmarque.
La portada principal, a los pies del templo, se recorta sobre el muro desnudo y presenta una traza de estilo manierista de transición al barroco. Consiste en un vano adintelado enmarcado por una moldura de tres tablas y flanqueado por pilastras estriadas jónicas, cuyo capitel se ve continuado por unos trozos de entablamento sobre los que apoya la cornisa pasante y volada sobre el hueco, que sostiene un frontón formado por dos trozos laterales de cornisa enrollada en forma de S y un pequeño frontoncillo curvo.

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