El mejor país del mundo
Cual te parece, lector, que es ese país? No lo busques lejos: tiende la vista a tu alrededor y observa; y si no eres de la tierra bendecida donde estas líneas fueron impresas, que no obstante has visto, recuérdala un momento, y sin vacilar seguramente dirás: ese país es Cambados y su campiña, con sus montes cubiertos de árboles, su mar, sus islas, su cielo y su clima siempre igual.
Visítalo y sube a la cima del verieceto de la Pastora, que desde allí verás lo que es bueno y bello. Conjunto tan variado y grandioso habrá de dejarte prendado, y concluirás por decir "yo haría aquí mi casa". Por una parte las Ons, los arenales de la Lanzada, la península del Grove, La Toja y su famoso balneario, Sálvora, el Barbanza con sus enhiestas cumbres, la isla de Arosa y el anchuroso mar que forma la ría de este nombre y más afuera el Océano sin límites, por la otra, el poético Umia de mansa corriente, las montañas que le circundan y las que cierran el valle de Salnés; al pie de la roca en que se te ha colocado el pueblo compuesto de tres villas, tendido en línea a orillas del mar, sus alamedas y su campo enteramente cultivado, y poblado especialmente de viñedo.
Cuadro tal que merced al espejismo presenta a veces las formas fantásticas que es dado imaginar, resiste toda descripción.
Con los ojos embebidos y el alma absorta ante tanta grandeza y hermosura, el espectador diario y el visitante terminan invariablemente por exclamar "esto no tiene igual, esto es incomparable". Pero además tendremos que añadir: ¡qué bueno es esto, y qué cómoda es aquí la vida!
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Xaquín Sánchez Peña, El Umia, Cambados, 21 de marzo de 1907.
MÚSICA: Hauschka - The Key
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