PROCESIÓN DE LAS SIETE PALABRAS
En la tarde de Viernes Santo después del Solemne Sermón de las Siete Palabras comienza la procesión por las principales calles de nuestro León glorioso, con el silencio y seriedad que siempre han caracterizado a nuestra Cofradía en el desarrollo de todos sus actos penitenciales, discurre la procesión, con una cuidada uniformidad.
Abre la procesión la sección de caballería con sus lucidas túnicas cubriendo el lomo de sus equinos también ataviados con símbolos de la cofradía, haciendo así un impresionante alarde de esfuerzo y dedicación para su verdadero ritual.
Prosigue la misma con el magnífico patrimonio que nuestra cofradía tiene el lujo de procesionar, desde una imaginería que refleja fielmente la semana de pasión, hasta los pequeños detalles orfebres de las navetas, faroles o la cruz de guía.
Cada uno de los pasos da fe con emoción a la Palabra que le precede, así pues en el Paso de las Tres Cruces se nos presenta "En verdad te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso".
Le sigue el Santo Cristo de la Entrega con la Palabra "Mujer, he ahí a tu hijo…he ahí a tu madre"; todo ello acompañado de los hermanos de fila que realizan su procesión entre cada paso y construyendo así una impecable y solemne procesión.
El Cristo del Desamparo y buen Amor identificando la Cuarta Palabra "Dios mío,Dios mío ¿Por qué me has abandonado?" transmite expresión y la jovialidad de su autor.
Cuatro soberbias figuras componen el paso del Santísimo Cristo de la Sed, como nos anticipa el estandarte de la palabra "Tengo sed".
El Santísimo Cristo de la Sangre de la sexta palabra "Todo se ha consumado", con Nuestra Señora del Calvario y María Magdalena, rotas de dolor, son la última incorporación al patrimonio de la cofradía.
Cierra la procesión el Cristo de la Agonía, que resume en una sola imagen la transcendencia de los momentos que la cofradía intenta acercar a todos aquellos que nos han acompañado. Es la séptima palabra "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu".
Las calles de León esperan el discurrir de nuestros pasos.
Cabe reseñar la emoción que embarga las últimas marchas al Cristo de la Agonía, titular de la cofradía, y su despedida con los honores de las notas del Himno Nacional que rompe en la noche leonesa y hace que un escalofrío recorra a la multitud de fieles presentes.
Fuenhte: www.sietepalabras.com/
© All Rights Reserved
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En la tarde de Viernes Santo después del Solemne Sermón de las Siete Palabras comienza la procesión por las principales calles de nuestro León glorioso, con el silencio y seriedad que siempre han caracterizado a nuestra Cofradía en el desarrollo de todos sus actos penitenciales, discurre la procesión, con una cuidada uniformidad.
Abre la procesión la sección de caballería con sus lucidas túnicas cubriendo el lomo de sus equinos también ataviados con símbolos de la cofradía, haciendo así un impresionante alarde de esfuerzo y dedicación para su verdadero ritual.
Prosigue la misma con el magnífico patrimonio que nuestra cofradía tiene el lujo de procesionar, desde una imaginería que refleja fielmente la semana de pasión, hasta los pequeños detalles orfebres de las navetas, faroles o la cruz de guía.
Cada uno de los pasos da fe con emoción a la Palabra que le precede, así pues en el Paso de las Tres Cruces se nos presenta "En verdad te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso".
Le sigue el Santo Cristo de la Entrega con la Palabra "Mujer, he ahí a tu hijo…he ahí a tu madre"; todo ello acompañado de los hermanos de fila que realizan su procesión entre cada paso y construyendo así una impecable y solemne procesión.
El Cristo del Desamparo y buen Amor identificando la Cuarta Palabra "Dios mío,Dios mío ¿Por qué me has abandonado?" transmite expresión y la jovialidad de su autor.
Cuatro soberbias figuras componen el paso del Santísimo Cristo de la Sed, como nos anticipa el estandarte de la palabra "Tengo sed".
El Santísimo Cristo de la Sangre de la sexta palabra "Todo se ha consumado", con Nuestra Señora del Calvario y María Magdalena, rotas de dolor, son la última incorporación al patrimonio de la cofradía.
Cierra la procesión el Cristo de la Agonía, que resume en una sola imagen la transcendencia de los momentos que la cofradía intenta acercar a todos aquellos que nos han acompañado. Es la séptima palabra "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu".
Las calles de León esperan el discurrir de nuestros pasos.
Cabe reseñar la emoción que embarga las últimas marchas al Cristo de la Agonía, titular de la cofradía, y su despedida con los honores de las notas del Himno Nacional que rompe en la noche leonesa y hace que un escalofrío recorra a la multitud de fieles presentes.
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En la tarde de Viernes Santo después del Solemne Sermón de las Siete Palabras comienza la procesión por las principales calles de nuestro León glorioso, con el silencio y seriedad que siempre han caracterizado a nuestra Cofradía en el desarrollo de todos sus actos penitenciales, discurre la procesión, con una cuidada uniformidad.
Abre la procesión la sección de caballería con sus lucidas túnicas cubriendo el lomo de sus equinos también ataviados con símbolos de la cofradía, haciendo así un impresionante alarde de esfuerzo y dedicación para su verdadero ritual.
Prosigue la misma con el magnífico patrimonio que nuestra cofradía tiene el lujo de procesionar, desde una imaginería que refleja fielmente la semana de pasión, hasta los pequeños detalles orfebres de las navetas, faroles o la cruz de guía.
Cada uno de los pasos da fe con emoción a la Palabra que le precede, así pues en el Paso de las Tres Cruces se nos presenta "En verdad te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso".
Le sigue el Santo Cristo de la Entrega con la Palabra "Mujer, he ahí a tu hijo…he ahí a tu madre"; todo ello acompañado de los hermanos de fila que realizan su procesión entre cada paso y construyendo así una impecable y solemne procesión.
El Cristo del Desamparo y buen Amor identificando la Cuarta Palabra "Dios mío,Dios mío ¿Por qué me has abandonado?" transmite expresión y la jovialidad de su autor.
Cuatro soberbias figuras componen el paso del Santísimo Cristo de la Sed, como nos anticipa el estandarte de la palabra "Tengo sed".
El Santísimo Cristo de la Sangre de la sexta palabra "Todo se ha consumado", con Nuestra Señora del Calvario y María Magdalena, rotas de dolor, son la última incorporación al patrimonio de la cofradía.
Cierra la procesión el Cristo de la Agonía, que resume en una sola imagen la transcendencia de los momentos que la cofradía intenta acercar a todos aquellos que nos han acompañado. Es la séptima palabra "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu".
Las calles de León esperan el discurrir de nuestros pasos.
Cabe reseñar la emoción que embarga las últimas marchas al Cristo de la Agonía, titular de la cofradía, y su despedida con los honores de las notas del Himno Nacional que rompe en la noche leonesa y hace que un escalofrío recorra a la multitud de fieles presentes.
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En la tarde de Viernes Santo después del Solemne Sermón de las Siete Palabras comienza la procesión por las principales calles de nuestro León glorioso, con el silencio y seriedad que siempre han caracterizado a nuestra Cofradía en el desarrollo de todos sus actos penitenciales, discurre la procesión, con una cuidada uniformidad.
Abre la procesión la sección de caballería con sus lucidas túnicas cubriendo el lomo de sus equinos también ataviados con símbolos de la cofradía, haciendo así un impresionante alarde de esfuerzo y dedicación para su verdadero ritual.
Prosigue la misma con el magnífico patrimonio que nuestra cofradía tiene el lujo de procesionar, desde una imaginería que refleja fielmente la semana de pasión, hasta los pequeños detalles orfebres de las navetas, faroles o la cruz de guía.
Cada uno de los pasos da fe con emoción a la Palabra que le precede, así pues en el Paso de las Tres Cruces se nos presenta "En verdad te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso".
Le sigue el Santo Cristo de la Entrega con la Palabra "Mujer, he ahí a tu hijo…he ahí a tu madre"; todo ello acompañado de los hermanos de fila que realizan su procesión entre cada paso y construyendo así una impecable y solemne procesión.
El Cristo del Desamparo y buen Amor identificando la Cuarta Palabra "Dios mío,Dios mío ¿Por qué me has abandonado?" transmite expresión y la jovialidad de su autor.
Cuatro soberbias figuras componen el paso del Santísimo Cristo de la Sed, como nos anticipa el estandarte de la palabra "Tengo sed".
El Santísimo Cristo de la Sangre de la sexta palabra "Todo se ha consumado", con Nuestra Señora del Calvario y María Magdalena, rotas de dolor, son la última incorporación al patrimonio de la cofradía.
Cierra la procesión el Cristo de la Agonía, que resume en una sola imagen la transcendencia de los momentos que la cofradía intenta acercar a todos aquellos que nos han acompañado. Es la séptima palabra "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu".
Las calles de León esperan el discurrir de nuestros pasos.
Cabe reseñar la emoción que embarga las últimas marchas al Cristo de la Agonía, titular de la cofradía, y su despedida con los honores de las notas del Himno Nacional que rompe en la noche leonesa y hace que un escalofrío recorra a la multitud de fieles presentes.
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En la tarde de Viernes Santo después del Solemne Sermón de las Siete Palabras comienza la procesión por las principales calles de nuestro León glorioso, con el silencio y seriedad que siempre han caracterizado a nuestra Cofradía en el desarrollo de todos sus actos penitenciales, discurre la procesión, con una cuidada uniformidad.
Abre la procesión la sección de caballería con sus lucidas túnicas cubriendo el lomo de sus equinos también ataviados con símbolos de la cofradía, haciendo así un impresionante alarde de esfuerzo y dedicación para su verdadero ritual.
Prosigue la misma con el magnífico patrimonio que nuestra cofradía tiene el lujo de procesionar, desde una imaginería que refleja fielmente la semana de pasión, hasta los pequeños detalles orfebres de las navetas, faroles o la cruz de guía.
Cada uno de los pasos da fe con emoción a la Palabra que le precede, así pues en el Paso de las Tres Cruces se nos presenta "En verdad te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso".
Le sigue el Santo Cristo de la Entrega con la Palabra "Mujer, he ahí a tu hijo…he ahí a tu madre"; todo ello acompañado de los hermanos de fila que realizan su procesión entre cada paso y construyendo así una impecable y solemne procesión.
El Cristo del Desamparo y buen Amor identificando la Cuarta Palabra "Dios mío,Dios mío ¿Por qué me has abandonado?" transmite expresión y la jovialidad de su autor.
Cuatro soberbias figuras componen el paso del Santísimo Cristo de la Sed, como nos anticipa el estandarte de la palabra "Tengo sed".
El Santísimo Cristo de la Sangre de la sexta palabra "Todo se ha consumado", con Nuestra Señora del Calvario y María Magdalena, rotas de dolor, son la última incorporación al patrimonio de la cofradía.
Cierra la procesión el Cristo de la Agonía, que resume en una sola imagen la transcendencia de los momentos que la cofradía intenta acercar a todos aquellos que nos han acompañado. Es la séptima palabra "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu".
Las calles de León esperan el discurrir de nuestros pasos.
Cabe reseñar la emoción que embarga las últimas marchas al Cristo de la Agonía, titular de la cofradía, y su despedida con los honores de las notas del Himno Nacional que rompe en la noche leonesa y hace que un escalofrío recorra a la multitud de fieles presentes.
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