Creo que más gráfica no puedo ser... Sólo un par que está aguardando en una caja hasta algún otro acontecimiento familiar (estos son los que llevé en la boda de mi hija y no me los he vuelto a poner... ¡Qué calvario! La zapatera me miraba horrorizada cuando le decía que bien a gusto llevaba unas playeras).
En verano, sandalias (tengo un pseudozapato para los días de lluvia, de mucha lluvia, que, si no, también me valen las susodichas); en invierno, mis zapatillas de Gore-Tex o botas.
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