Uno de los únicos relojes de una sola manilla que existen en el mundo se encuentra en la Catedral de Toledo, sobre la puerta “de la Feria” (también conocida como “del Reloj”) Fue construido hace dos siglos por Manuel Gutiérrez, y antaño producía un sonido característico con una martillo que golpeaba el yunque situado sobre la esfera interior. Existe al menos otro reloj en la catedral situado en la torre, que nunca ha dejado de funcionar, y dispone de tres campanas, sin una esfera visible desde el exterior.
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