Crónica de GUADANEWS.es y GUADAQUE.COM
Aunque los actos programados por el Ayuntamiento de Guadalajara para el pregón inaugural eran los tradicionales, desde el equipo de Gobierno se ha querido tener un detalle especial con todos los que cada año participan en el pregón inaugural del Carnaval declarado Fiesta de Interés Turístico Provincial.
Cada una de las botargas, vaquillones, danzantes y mascaritas de la provincia de Guadalajara ha recibido un recuerdo conmemorativo con el objetivo de compartir con todos ellos el Diploma de Honor que recibió hace unos meses el Ayuntamiento de la capital de mano de la Sociedad Española de Antropología y Tradiciones Populares para reconocer el impulso y el apoyo que presta a las celebraciones del Carnaval en el ámbito de las tradiciones culturales.
Hay que destacar que este reconocimiento es significativo porque la Sociedad Española de Antropología y Tradiciones Populares tan solo ha concedido cuatro premios nacionales y otros cuatros diplomas de honor en toda su trayectoria.
EL ANUNCIO DEL CARNAVAL
La llegada del Carnaval en la ciudad de Guadalajara está precedida de todo un ritual que comienza con la imposición de la máscara y la capa por parte de la Asociación Mascaritas al pregonero o pregonera de cada edición, persona que no revelará su identidad hasta que finalicen todos los actos.
Cumplida con esta tradición, daba comienzo el desfile de botargas, vaquillones y danzantes desde la calle Cifuentes por el paseo del Doctor Fernández Iparraguirre, Plaza de Santo Domingo y calle Mayor hasta la Plaza Mayor donde se presentaba a todos los participantes: botargas de Arbancón, Beleña de Sorbe, Fuencemillán, Humanes, Málaga del Fresno, Mazuecos, Montarrón, Peñalver, Razbona, Robledillo que viene acompañada de una botarga infantil, Valdenuño, Retiendas, Alarilla, Hita y Zamarrón, Majaelrayo - la primera botarga mujer de la provincia.-, Mohernando y Zarzuela de de Jadraque; vaquillones de Robledillo y Membrillera; danzantes de Albalate, chocolateros de Cogolludo; mascaritas de Almiruete; vaquillas de la Nava de Jadraque; y la Botarga de Guadalajara -recuperada por el grupo de Mascarones-
Tras este desfile, el pregonero daba la bienvenida al Carnaval de Guadalajara, una labor que recaía en Pedro Vacas Moreno. Escritor y colaborador de medios de comunicación como estudioso de las costumbres y tradiciones de los pueblos de Guadalajara que ha realizado una gran labor de investigación para recuperar y fomentar algunas de las tradiciones perdidas.
Tras la entrega de los reconocimientos, Pedro Vacas pronunciaba un pregón lleno de tradición. Realizó parte de un pregón como antaño con su "se hace sabeeeer", contó anécdotas de cómo se vivían los carnavales antaño, lo que la tradición cuenta de cómo se vivía y de cómo se ponían impedimentos para que Don Carnal no triunfara sobre Doña Cuaresma.
Un pregón poético que incluyó desde anecdotario hasta dichos y que gustó mucho a todos los presentes, sobre todo, porque siguió "lo que decía un cura de Chiloeches, que los pregones y los sermones tienen que ser como las minifaldas, cortos" recordaba.
Relataba en verso lo que acontece cada día del Carnaval, recomendando que si hay que pecar se peque a conciencia sin quedarse en pecado venial y que luego, vayan a confesarse para empezar bien la Cuaresma.
Terminaba su pregón con vivas para el carnaval, Guadalajara, botargas y demás y desprendiéndose de la careta y mostrando el rostro, presentándose como "Pedro Vacas, de Bustares, escritor de poesía y criador de rosas en el Alto Rey" y recibiendo muchos aplausos de los numerosos asistentes que llenaban la Plaza Mayor.
Y precisamente como manda la tradición, el pregón inaugural finalizaba con el baile y el cántico del “Aliguí, con la mano no, con la boca sí”, para que después diera comienzo un segundo desfile de botargas, vaquillones y mascaritas por la ciudad por el recorrido anterior en sentido inverso hasta el centro social de la calle Cifuentes.
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Autor: José-María Moreno García. Fotógrafo humanista y documentalista. Cronista Oficial de la Villa de Madridejos.
Una de las mejores formas de conocer la historia de un pueblo es a través de sus imágenes; en ellas se conserva no sólo su realidad tangible, calles, plazas, monumentos, sino también sus costumbres, fiestas, tradiciones, lenguaje, indumentaria, gestos y miradas, que nos dicen sin palabras como se vivía, cuales eran sus esperanzas y temores, qué había en su pasado, qué esperaban del futuro. Uno de los objetivos más ambiciosos es recuperar y catalogar todo el material gráfico existente en nuestra familia desde 1.915, para después ponerlo a disposición de vosotros, que la historia volviera a sus protagonistas, y los que aún siguen con nosotros pudieran disfrutar con ello. VISITA La colección "CIEN AÑOS DE FOTOGRAFÍA FAMILIA MORENO (1915-2015)" en
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